Estamos a pocos días de tomar una decisión trascendente. A pocos días de entregarle nuestro voto a una persona para que gobierne la ciudad. No es poca cosa. Aunque detestemos la política, le hagamos ascos, la odiemos o pensemos que nos es indiferente, que no va con nosotros, nuestro voto cuenta.
Aunque nos cueste aceptarlo, incluso, aunque no lo comprendamos del todo, la política, está presente en cada acto de nuestras vidas. El agua que sale de tu caño, o la que compras al camión cisterna, el parque que tienes frente a tu casa o que no existe en tu barrio, las horas que pasas en el transporte público, los paraderos que existen o el despelote que sientes cuando tomas una combi; todo, absolutamente todo, depende de una decisión política... que alguien tomó por tí.
Las decisiones políticas regulan —para bien o para mal— nuestras vidas.
Por esta razón, tu voto es importante. Si lo piensas bien, es lo más importante que tienes como ciudadano para actuar con responsabilidad. Casi lo único que tenemos loshombres y mujeres de a pie en el momento de decidir quién debe gobernarnos.
En los próximos cinco años esa persona que elijamos tendrá que ser más que un alcalde, un jefe de estado. En Lima somos casi 10 millones de personas y quien nos gobierne tiene que ordenar el tránsito, enfrentar la inseguridad ciudadana, reglamentar el comercio, construir infraestructura, diseñar espacios de recreación, pero, sobre todo, tendrá que trabajar para desterrar la corrupción.
Estas tareas no pueden estar en manos de un improvisado, o del “mal menor”. Ya muchas veces hemos rifado nuestro voto. Ad portas del bicentenario de la independencia, necesitamos elegir una persona que esté preparada para ser la primera autoridad de la ciudad; con experiencia de gobierno y sin sombras de corrupción. Una persona que además de estar capacitado demuestre en los hechos lo que pregona en la campaña. Porque más que decir, se necesita hacer.
Es hora de reflexionar. Y emitir un voto consciente. Por el bien de Lima. Por el bien de todos. Por una ciudad para la gente y con la gente, mi voto es por Jorge Muñoz de Acción Popular.
1 comentario:
La consulta y respuesta, es una: ¿es acaso la única opción? Están Beingolea, Cornejo y Velarde
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