(Diario La República, Domingo, 03 de marzo de 2013 | 2:37 pm) A raíz del proceso de diferendo marítimo entre Perú y Chile, la argumentación del vecino país del sur no solamente se basó en opiniones de juristas y diplomáticos, sino también en intereses de poderosos grupos económicos, tales como el grupo Angelini, el mayor conglomerado pesquero que opera en la zona del mar que el Perú reclama.
El grupo es liderado por Roberto Angelini, presidente de Corpesca, la cual es la principal compañía pesquera de Chile , con 51,5% de participación de mercado, y la tercera en el mundo en capturas industriales.
Es precisamente este grupo el que recopiló y entregó a su Cancillería documentos queavalan la supuesta “soberanía” de sus barcos pesqueros en la zona marítima en disputa, según aducen, si Chile pierde en litigio en La Haya, dejará de pescar entre 270 mil y 320 mil toneladas de recursos pesqueros.
“Aportamos con nuestro granito de arena a la defensa de esta zona en disputa, la soberanía se hace de hecho, no solamente de derecho, y ahí podemos aportar bastante”, señaló el gerente general de Corpesca, Franciso Mujica.
En tal sentido, dicha empresa recopiló permisos de pesca, de plantas y zonas de operación de las naves. “Entregamos una vasta información que ayuda a demostrar de hecho que en esa zona de litigio, durante 50 o 60 años, nosotros habíamos hecho la soberanía real”, añade Mujica.
Como se sabe, el triángulo de mar en disputa tiene ricos recursos pesqueros, tales como la anchoveta y jurel. La explotación de estos recursos hizo la fortuna del grupo, cuya actual cabeza, Roberto Angelini, estimó que un fallo adverso en La Haya podría afectar entre el 70% y el 80% del volumen de captura de la zona de Arica.
Según se informó, hace algunas semanas, el gobierno chileno dispuso que los buques pesqueros de su zona norte puedan capturar jurel “de talla menor a la mínima legal permitida”.
Según la Subsecretaria de Pesca de Chile, de acuerdo al Informe Técnico Nº 107/2012 de esta entidad, se ordena explícitamente: “… eximir de la talla mínima legal de 26 centímetros LH (de longitud de horquilla), la captura de jurel que se efectúe como fauna acompañante de la captura de anchoveta entre la Región XV y la Región II, hasta un monto máximo anual de 400,000 toneladas”.
“Con esto le están dando autorización a sus armadores industriales del vecino país del sur, para que el 100% del jurel que pesquen sean de tallas inferiores a las mínimas legales chilenas (26 cm); la talla mínima en Perú es de 31 cm”, opinó una fuente empresarial al diario Gestión.
De hace tiempo, se sabe que existe en esta parte del Pacífico Sur una gran escasez de recursos marinos, como la anchoveta y el jurel. Pero la historia acusa a las pesqueras chilenas por la escasez crítica de jurel.
Algunas ONG chilenas denuncian que si el jurel se está acabando en el Pacífico Sur, es por culpa de la flota extranjera que pesca en aguas internacionales. “Pero los datos del noveno grupo de trabajo científico para la ORP indican que entre 2000 y 2010 el 74% de las capturas de jurel registradas han sido hechas por naves chilenas”.
“No han sido los peruanos, ni los rusos, ni los chinos, y si algún país tiene mayor responsabilidad en la sobreexplotación del jurel, ese es Chile”, cita el informe de la ONG chilena Oceana. (Con información de El Poder)
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