¿Hizo bien el presidente Ollanta Humala en señalar en Arequipa hace un par de días que "la crisis ya llegó al Perú y por eso hemos tenido un bajón en el canon que afecta a las regiones que tienen canon"?
Quizás la frase no sea la más feliz, pero la información es certera y el Presidente de la República tiene el derecho de compartir con los ciudadanos el manejo de la cosa pública.
La información del mercado de metales indica que el oro retrocedió
en el segundo semestre de este año a su nivel más bajo desde 1920, según
Bloomberg. La onza troy de oro se cotizó en US$1,180, 25% menos del último
semestre del año pasado.
De ahí en adelante, en medios financieros internacionales, solo se
hablaba de una tendencia a la baja.
El Perú es primer productor de oro y plata en América Latina,
segundo en cobre. En general, la minería representa el 60% de las exportaciones
peruanas. Esto la hace una de las columnas del crecimiento económico. Se
calcula que la producción minera genera 2 puntos porcentuales del PBI peruano.
Muchas razones explican la caída del precio de los metales, pero lo
que nadie discute es que China empieza a enfriar sus motores de crecimiento (de
10% a 7.5% anual), Europa no se recupera del todo y Estados Unidos muestra
igualmente cierta lentitud en su recuperación.
El canon es el beneficio económico que obtienen gobiernos regionales
y locales por permitir al Estado explotar un recurso natural. Está formado por
la mitad del impuesto a la renta que genera la el recurso. Además del canon
minero, existe canon petrolero, gasífero, hidroenergético, forestal y
pesquero.
Si el recurso tiene buen precio en el
mercado, el canon se dispara.
En el 2001, el canon representó poco menos de 170 millones de soles.
Eran tiempos en que el oro estaba entre 280 y 300 dólares la onza troy.
El 2006, el canon fue de 4 mil 254 millones de soles. Y el 2011, representó
5 mil millones de soles. El oro bordeaba por entonces los 2 mil dólares la
onza.
Pero todo tiene su final.
El año pasado, el canon generó 3,800 millones de soles y para este
año se espera un bajón aún más dramático. Esto fue lo que llevó al gobierno a
salir a poner el parche.
Pero algo que también debe tomarse en cuenta es que no todos los
recursos del canon logran ejecutarse. El 2012, la Contraloría General de la
República hizo un análisis de la ejecución del gasto del canon del 2011 en los
gobiernos regionales y locales.
Encontró que del total de gobierno regionales, doce ejecutaron menos
del 60% de los ingresos del canon que recibieron. De las 20 municipalidades provinciales que más
canon recibieron, 10 ejecutaron menos del 50%. Algo similar ocurrió con los
gobiernos locales.
De manera que hay factores externos (caída de precios de los
minerales), unidos a factores internos (debilidad del Estado para ejecutar obra),
que explican la preocupación del gobierno por la caja fiscal para el futuro
inmediato.
No es crisis, es desaceleración. Menor crecimiento, menor recaudación.
Eso es todo.
En resumen, ¿hizo bien el presidente
Humala en hablar públicamente de estos temas? Por supuesto. Ahora todo el mundo
empieza a interesarse en el futuro económico y hasta es posible que se plantee
alguna reforma sobre la distribución del canon. He aquí la verdadera madre del
cordero.
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