Una primera condición para dialogar es querer hacerlo. Tener
voluntad y disposición. No hay diálogo bajo chantaje. Puede existir -de hecho,
ocurre-, pero, no es lo ideal. No al menos en una democracia. Por esta razón,
es inaceptable la condición del fujimorismo de retirar al premier de la mesa de
diálogo y suplantarlo por el ministro de Economía.
No se puede dialogar desde la imposición, con arrogancia, diciendo
aquí están mis técnicos y esta es mi receta. La soberbia es enemiga del
diálogo. Y por esa vía el Apra pretende sentarse a la mesa.
Es equivocado igualmente pedir la cabeza de medio gabinete como
condición previa para dialogar. Los humores personales no deben confundirse con
los objetivos políticos de grupo. Las partes deciden a sus representantes sin que exista capacidad de veto.
El diálogo no es tampoco una prueba de buenas maneras, una
concesión, una rama de olivo, como dijo el Premier. Menos un armisticio
politico, equiparando la política con una guerra.
El diálgo es una condición sine
qua non en una democracia. Sin diálogo no hay democracia. Es más simple. Es
intercambiar ideas sobre una serie de temas que preocupan a las colectividades
con el ánimo de llegar a acuerdos.
Abrir espacios, canales, de diálogo o construir puentes
con organizaciones sociales, gremiales, económicas, políticas, es una
obligación de los hombres de Estado y de los funcionarios públicos.
Nadie puede negarse a conversar con sus adversarios políticos. No
solo porque conversar no es pactar, sino porque dialogar es también gobernar.
Por esta razón, el Presidente de la República debiera reflexionar
sobre su especial manera de entender el acto de gobernar. Y cambiar su forma de
pensar de que para conversar está su primer ministro “y si quieren lo pueden
llamar por teléfono”.
Una actitud más serena y un ánimo más dispuesto para escuchar; una
actitud positiva al diálogo, lo engrandecería. Es el nivel que le corresponde
como estadista.
Se puede decir siempre que dialogar puede abrir la cancha y generar
más bien mayores demandas o compromisos. Puede ser, más aún en un gobierno
debilitado. Es un riesgo que se debe asumir.
Más riesgo implica gobernar desde una torre de marfil con los
puentes levantados.
La máxima en estos casos es clara: El diálogo puede ser la base de
los problemas, pero también, la solución de ellos. En otras palabras, diálogo es democracia.
****ACTUALIZACION****
Se va armando la mesa. Dos horas después de publicado este post, Fuerza Popular, a través de Keiko Fujimori, anunció que participará de la invitación hecha por el gobierno. Falta aún la respuesta del Partido Aprista Peruano.
****ACTUALIZACION****
Se va armando la mesa. Dos horas después de publicado este post, Fuerza Popular, a través de Keiko Fujimori, anunció que participará de la invitación hecha por el gobierno. Falta aún la respuesta del Partido Aprista Peruano.
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