11 febrero, 2018

Chifa Fake News


Liu Xiunhuan, propietario del chifa Asia en Independencia, fue interceptado llevando carne en su camioneta en la que también había un perro amarrado dentro de un costal. La gente interpretó esta escena como que Liu usaba en su restaurante carne del fiel amigo del hombre. La municipalidad cerró su negocio, los comensales casi lo linchan, su restaurante estuvo a punto de ser quemado y la televisión y los periódicos dieron la “noticia” mañana, tarde y noche. Portales web y redes aumentaron los decibeles desatando pasiones y chillidos xenófobos.

No es estrictamente una Fake News (Noticia Falsa), pero sí una variante de ella, una Distorted News o Noticia Distorsionada. Evidencia una falta de rigor periodístico, de pereza mental o simple negligencia para abordar la información.

Este pseudo producto periodístico al rebotar en las redes sociales sufre nuevas transformaciones hasta convertirse en un objeto irreconocible, provocando reacciones masivas, tendencias, que encajan mejor en la psicología de masas que en la comunicación. Pasamos así del fake news al face news.

No es algo nuevo. Noticias falsas, inventadas, distorsionadas, alteradas o sesgadas han existido siempre. Lo nuevo es la rapidez con la que hoy se conocen a través de los diversos canales digitales en manos de ciudadanos de todo tipo. O de agencias especializadas con influencia de Estados o corporaciones que libran batallas ideológicas con otras intenciones.

En 1835 el New York Sun describió para sus lectores la falsa historia de que un astrónomo inglés usando un telescopio había descubierto seres fascinantes en la Luna: unicornios, hombres alados y animales en miniatura que vivían en perfecta armonía. 

No se conoce cuántos creyeron la información pero el tiraje aumentó de 8 mil a 20 mil ejemplares. Para cuando el diario confesó la verdad, las ventas se habían disparado.

Las noticias falsas replicadas en internet se han convertido en un verdadero problema sobre todo en etapas de campaña electoral. Noticias basura o campaña negra contra los rivales también han existido siempre. Lo que preocupa hoy es la capacidad de reproducción y su impacto en la conducta y las decisiones personales.

Portales de noticias, televisión, radio, blogs, correos electrónicos, whats up y redes sociales son los canales por donde circula esta desinformación deliberada que en época electoral puede definir una elección. Es lo que Hilary Clinton cree le pasó en la reciente campaña que perdió con Donald Trump.

Las principales víctimas de estas noticias distorsionadas son los propios medios y los periodistas. Estas informaciones falsas, de corte sensacionalista, diseminadas bajo la apariencia de informes o noticias han llevado a otros países a tomar en serio el asunto. 


En Brasil, el Tribunal Superior Electoral (TSE) busca crear un mecanismos para poner freno a esta moda. Una idea es que las empresas de medios sociales como WhatsApp, Facebook, Twitter y Google tomen contacto directo con la justicia electoral.

La Comisión Europea (CE) está trabajando en una propuesta para combatir las noticias falsas y su propagación en las redes sociales. Y en Francia, el presidente Emmanuel Macron, anunció cambios en la ley para “proteger la democracia de las noticias falsas”.

Por estos lares, nosotros hemos empezado recién a sentir sus primeros efectos. El ruido generado con el ciudadano chino es solo el comienzo. Noticias falsas tendremos con intensidad en las próximas contiendas electorales. ¿Alguna propuesta? Una vieja receta puede servir: menos face, más book.


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