12 agosto, 2018

El presidente y el sol de Pucallpa


— PUESTA EN ESCENA EN TRES ACTOS 
ACTO 1.- El sol de Pucallpa.
Es la ceremonia de inauguración de la Expo Amazónica 2018. El presidente de la República Martín Vizcarra ha llegado con una comitiva de siete ministros. La maloca principal es enorme, los techos altos, pero el calor pulveriza cualquier resistencia.   
El presidente suda copiosamente. La asesora se le acerca por detrás y discretamente le alcanza una servilleta. Él lo acuna entre sus dedos. Su mirada se extravía por un momento. Un breve soponcio lo invade.  ¿Usará el papel?, ¿se secará?, ¿lo hará frente a cámaras?
El presidente mira hacia un lado y otro. El calor ahora incendia todo su cuerpo. Respira, ¿suspira? Finalmente, toma una decisión. Dobla el papelito una vez, luego otra vez, y una vez más, hasta que lo guarda en el bolsillo posterior de su pantalón.

ACTO 2.- El otro ingeniero.
Una bandera peruana flamea en lo alto del edificio en construcción, un hospital regional de nivel 3. Lo reciben los ingenieros de la obra quienes despliegan un plano. El presidente pregunta dónde estamos, cuál es el acceso principal y dónde queda el área de hospitalización. Los ingenieros señalan los puntos en el plano. El presidente alza la vista para corroborarlos en el terreno. Enseguida camina a paso firme y se dirige a la segunda planta. Cuando regresa, los obreros le piden que se tome una foto con ellos. Accede. Mientras se establecen breves lazos de confianza, se cuelan las voces:
—¡Presidente, cierre el Congreso!  
—¡Siga adelante con el referéndum!
—¡Aumente el sueldo mínimo!
El presidente sonríe. Mientras se retira, en la calle más voces se unen al coro anónimo e irreverente. Desgarbado, el presidente intenta responder a todos.
—Estamos empezando una reforma de la justicia. El referéndum es un mecanismo para darle poder al pueblo.
—Tenemos que actuar con responsabilidad.
Sube a su carro. Seguridad del Estado, con tablets y celulares en las manos, graba a todas las personas que se arremolinan en torno al presidente.

ACTO 3.- Habla al Pueblo.
No solo el ambiente está caliente. La plaza también lo está. El presidente despliega su estrategia. Habla directamente a la gente. Les dice que la reforma del sistema de justicia debe ser profunda, llegar hasta el final. Que no basta con reformar la justicia en Lima, ni siquiera a los que se escucha en los audios Ustedes creen que solo esos magistrados en Lima han obrado de manera inadecuada o delincuencial o también existen igual en todo el Perú, les pregunta. Enseguida se responde: no podemos poner un parche y pensar que la solución está en cambiar a ese juez. Tenemos que reformular todo el sistema de justicia del Perú y eso es lo que nos proponemos. No basta cambiar un corrupto, tenemos que sacar a todos. Por eso hemos pedido que el pueblo se pronuncie para cambiar la elección del Consejo Nacional de la Magistratura, porque los jueces eran elegidos por un grupo de personas que no tenía capacidad moral.
—¡Cierra el Congreso, presidente!-, se vuelve a escuchar entre el público.
El presidente ya no suda. Sus ojos tienen ahora otra expresión. Arremete entonces contra el statu quo y pregona sobre la reforma política. Explica que el referéndum va de todas maneras este año, sí o sí. Explica en términos sencillos que el referéndum es un mecanismo para escuchar al pueblo, para hacer que su decisión sea tomada en cuenta por los gobernantes. Que está convencido que es la mejor manera de avanzar en la reforma de las instituciones. Que él es un provinciano identificado con las regiones y que ahora debemos reformar la política dándole el poder al pueblo. Y les anuncia que  apenas llegue a Lima irá al Congreso a entregar los proyectos de ley donde plantea la no relección de los congresistas, el retorno al Congreso bicameral y el financiamiento de los partidos políticos.

Epílogo
El presidente está aprendiendo a menajarse a pasos agigantados. Tiene reflejos y está pendiente del manejo de las cámaras. Todavía le falta afilar su mensaje político en medios, pero tiene un entrenamiento riguroso (habla por lo menos cuatro veces en público), y eso lo ayudará. Por ahora habla mejor a la gente que a los medios.
El día que visitó Pucallpa había subido 10 puntos (empieza a cerrarle la boca al cocodrilo, como dijimos). Y, por lo que ví ese día, si mantiene esa posición estratégica de colocarse al lado del pueblo, va a seguir subiendo. En pocas semanas, le tocará el turno al Congreso. Si éste diluye las propuestas del presidente Vizcarra, las cambia o tergiversa o, peor aún, las rechaza; entonces, solo entonces, el presidente podría activar el Plan B. ¿Populista? ¿Efectista? ¿Demagogo? Política, señores. Política.
  

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